miércoles, 2 de junio de 2010
Ronaldinho: La alegría del fútbol
Decides ir a un estadio para ir a ver un espectáculo, buscas diversión, pasar un buen momento y que tu equipo logre una victoria.
En el futbol actual, la diversión en un estadio de futbol comienza a ser cada vez más difícil de conseguir. Es un deporte, un negocio, cada vez más sistemático, más recto, más gris. La alegría por practicar este deporte comienza a tomar un papel netamente secundario cuando el negocio, el dinero es la prioridad. No importa como ganes pero gana. Ante esta situación debemos agradecer en demasía la existencia de jugadores como Ronaldo de Asis Moreira: Ronaldinho.
Nacido en Porto Alegre, Brasil, un 21 de marzo de 1980, dio fundamentos para alimentar el rumor de que cada 20 años nace un crack. Si en 1940 fue Pelé y en 1960 Maradona, en 1980 no podía faltar un grande. Desde sus inicios en el Gremio de Porto Alegre demostró una simpatía que conquistaba hasta a un archirrival. Pasando por el Paris Saint Germain y más tarde por el F.C. Barcelona, la alegría que irradia en el campo sometió hasta al peor rival.
Este jugador demostró que se puede jugar de manera agradable y estética y al mismo tiempo ser eficiente. Ha ganado todo lo que un futbolista desea ganar, ha conquistado al mundo con su futbol y su carácter. Personalmente, es el mejro jugador que he visto en mi corta vida, lo cual no es poco ya que he dedicado tiempo en conocer a cracks de la altura de Diego, Cruyff o Messi. Es criticado por el poco tiempo que estuvo en la élite, por lo poco que duró hasta arriba. Sin embargo, debo decir que, desde mi punto de vista, aún si su nivel ha bajado, no hay futbolista como él en el planeta, desde el control de balón hasta la finalización de su jugada emocionan de manera sobrenatural y logran que se tenga una admiración interminable por él.
No queda más que disfrutar y de los últimos años de este enorme futbolista y agradecer la oportunidad con la que contamos al tener la posibilidad de verlo, pues quién sabe hasta cuando podamos encontrarnos en el camino a otra estrella, en toda la extensión de la palabra, como ésta. Finalmente, no cualquiera poen de pié al Santiago Bernabéu, jugando para el Barça.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario